Padre he hijo Cabot fundadores de Darn Tough con los molinos azules que fabrican los calcetines.

¿POR QUÉ DARN TOUGH?

"Mi abuelo estaba en el negocio de los calcetines, y mi padre está en el negocio de los calcetines", dice Ric Cabot, propietario de Darn Tough Socks, con sede en Vermont.

 

"Soy un fabricante de calcetines de tercera generación. La gente aprecia ese tipo de compromiso de una familia, el compromiso de construir un negocio y hacerlo crecer. Nunca nos venderemos a una empresa más grande. Nunca nos moveremos al extranjero y daremos la espalda a las familias que dependen de nosotros", promete Ric Cabot. "Nunca".

 

El padre de Ric Cabot, Marc, abrió Cabot Hosiery Mills en 1978. La compañía fabricó principalmente calcetines de lana para otras marcas en su planta de Northfield, Vermont, y tejió para Gap, Banana Republic, Old Navy y The Limited. Ric se unió a la compañía en 1989, abandonando el periodismo por el floreciente negocio familiar. Entonces con la globalización las restricciones comerciales cambiaron y Cabot Hosiery quebró. Los acreedores amenazaban con cerrar la planta. "Sabía que, si esta empresa iba a pasar a una cuarta generación de Cabot, algo tenía que cambiar", recuerda Ric.

 

"Le di mil vueltas a la cabeza y me di cuenta de que nunca seríamos los más baratos, pero que podíamos hacer los calcetines de alto rendimiento más ajustados, cómodos y duraderos". Ric los llamó Darn Tough, como la gente de Vermont. "Pero el nombre significaba más que calcetines fuertes", dice Cabot. "Para mí, significaba - y significa - que no puedo fallar; No puedo rendirme. También es una fuente de inspiración. Quiero que la gente sienta que puede enfrentarse al mundo con calcetines Darn Tough. Pon unos Darn Tough en tus pies y podrás asumir desafíos difíciles, hacer un esfuerzo extra, llegar a una gran cumbre. El nombre significa que estamos aquí contigo. Entendemos la lucha. Nuestros calcetines son muy duraderos y si para ti no fueran lo suficiente mantenemos nuestra promesa de garantía de por vida.

 

Para lanzar Darn Tough, Cabot compró la mejor lana merino de Nueva Zelanda y las máquinas de tejer más modernas con las agujas más pequeñas. Contrató personal altamente cualificado en la fabricación de calcetines, algunos de los cuales habían estado haciendo calcetines durante 30 años. Experimentaron hasta que tejieron un calcetín de alta densidad y bajo volumen con más del doble de puntos que otros calcetines. Luego distribuyeron 3.500 pares de calcetines en el Key Bank Vermont City Marathon, con una garantía incondicional: si se rompen, puedes devolverlos por otro par.  "Mucha gente nos escribió que les gustaba el corte, la sensación y que, aunque nunca habían corrido con nuestros calcetines, no tenían ampollas", recuerda Cabot.

 

Aunque Darn Tough ha crecido constantemente alrededor de un 60% cada año, su tasa de retorno sigue siendo de sólo una fracción del uno por ciento. Cabot todavía lee todos los correos electrónicos que reciben sobre sus calcetines. "Cuando recibimos comentarios", dice Cabot, "tomamos estos datos y los convertimos en mejores calcetines".

 

Cabot ahora emplea a 170 vermonteses, y la compañía acaba de presentar planes a la ciudad de Norwich, Vermont, para triplicar el tamaño de su planta. Esto significa más puestos de trabajo en una comunidad con un desempleo alto y que muchos de esos desempleados son antiguos trabajadores de otras fábricas.

 

"Ser duro, ser inteligente es la historia de Vermont", dice Cabot. "Hemos hecho un buen trabajo, y podemos hacerlo aún mejor. No quiero tener éxito, sólo quiero tener éxito. Para mí, el éxito implica que he llegado al final, que he hecho lo mejor que he podido. Pero todavía no he hecho nuestro mejor calcetín." Cabot y su equipo están mejorando poco a poco Darn Tough. Tejemos básicamente del mismo modo que en los primeros días de la marca, ahora utilizamos hilos más ligeros, lana merina con micras bajas y sintéticos más duraderos en los calcetines, todo con el fin de hacerte olvidar que los llevas puestos. Cuando Darn Tough mejora el ajuste, la comodidad o la durabilidad de un calcetín, mejora esta característica en los 1.600 estilos. Por lo tanto, la experiencia de marca sigue siendo la misma en todas las categorías.

 

Cabot es un apasionado. "El mercado aprecia la calidad", dice. "Cuando decides externalizar los procesos de fabricación para hacerlos más baratos te quitas la esperanza, la esperanza de ayudarte a ti mismo y a tu familia. Somos un eslabón más en la comunidad en la que vivimos y si a nuestros vecinos les va mal a nosotros también”.

 

 

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1 comentario

Es increíble que en este mundo globalizado donde las empresas pactan, aunque sea solo un pacto de silencio, la obsolescencia programada, exista un producto así, de tanta calidad la cual rezuma por sus cuatro costados.
Acabo de escribir a la compañía para agradecer y valorar su trabajo, no es para menos.
Y Prestan asgaya carallo!
Hasta la siguiente compra, atentamente.

Y.T

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